La Juventud Comunista del Perú - Patria Roja saluda a los participantes en el Congreso Nacional de Estudiantes de Educación Ica 2009, deseando el éxito de este evento que es un espacio para el análisis, la reflexión y la propuesta.
Mucho se habla acerca del colapso de la educación en nuestro país, los medios critican, los padres se quejan, los especialistas opinan, pero pocas veces se ha tratado el tema con sinceridad y auténticas ganas de cambiar esta situación. Sucede que, por lo general, las alternativas planteadas para reformar la educación son solo parches que ocultan las razones de fondo de una crisis profunda y su relación con la crisis general del sistema en su conjunto. La verdad es que la educación no puede ser entendida plenamente sin considerar el tipo de sociedad a la cual se deberán incorporar las nuevas generaciones que hoy en las aulas van formándose una idea del mundo en que viven y disponiéndose a ser parte de él a través de su futuro trabajo.
El Perú fundado con la independencia de España heredó una economía que existe hasta hoy: la llamada economía primario-exportadora. Aunque el capitalismo se ha desarrollado en nuestro país, principalmente en las últimas décadas, la idea de desarrollo de las clases dominantes es y ha sido la acumulación en pocas manos, y el posterior "Chorreo", del dinero obtenido por la explotación de los recursos naturales y su venta al extranjero. De este modo los modelos pedagógicos implementados, para las grandes mayorías, fueron los que sirvieron para consolidar esa visión de desarrollo donde estaba de sobra la ciencia, la formación humanista, el respeto al medio ambiente, etc. y solo bastaba una formación mediocre, individualista y pragmática.
Hoy los jóvenes tenemos que cumplir con las tareas históricas pendientes, acabar con la pobreza, la falta de oportunidades, la explotación, el centralismo y toda forma de injusticia, en suma darle a nuestra patria un nuevo proyecto nacional. Más aún si somos educadores en formación, pues tenemos un doble deber con esta y con las futuras generaciones. Pero nuestra verdadera radicalidad no está en el insulto o la grita desesperados, sino en la claridad de nuestra propuesta y en la coherencia con que la llevemos a la práctica.
Mucho se habla acerca del colapso de la educación en nuestro país, los medios critican, los padres se quejan, los especialistas opinan, pero pocas veces se ha tratado el tema con sinceridad y auténticas ganas de cambiar esta situación. Sucede que, por lo general, las alternativas planteadas para reformar la educación son solo parches que ocultan las razones de fondo de una crisis profunda y su relación con la crisis general del sistema en su conjunto. La verdad es que la educación no puede ser entendida plenamente sin considerar el tipo de sociedad a la cual se deberán incorporar las nuevas generaciones que hoy en las aulas van formándose una idea del mundo en que viven y disponiéndose a ser parte de él a través de su futuro trabajo.
El Perú fundado con la independencia de España heredó una economía que existe hasta hoy: la llamada economía primario-exportadora. Aunque el capitalismo se ha desarrollado en nuestro país, principalmente en las últimas décadas, la idea de desarrollo de las clases dominantes es y ha sido la acumulación en pocas manos, y el posterior "Chorreo", del dinero obtenido por la explotación de los recursos naturales y su venta al extranjero. De este modo los modelos pedagógicos implementados, para las grandes mayorías, fueron los que sirvieron para consolidar esa visión de desarrollo donde estaba de sobra la ciencia, la formación humanista, el respeto al medio ambiente, etc. y solo bastaba una formación mediocre, individualista y pragmática.
Hoy los jóvenes tenemos que cumplir con las tareas históricas pendientes, acabar con la pobreza, la falta de oportunidades, la explotación, el centralismo y toda forma de injusticia, en suma darle a nuestra patria un nuevo proyecto nacional. Más aún si somos educadores en formación, pues tenemos un doble deber con esta y con las futuras generaciones. Pero nuestra verdadera radicalidad no está en el insulto o la grita desesperados, sino en la claridad de nuestra propuesta y en la coherencia con que la llevemos a la práctica.
Por ello, llamamos a los estudiantes, en primer lugar, a sacudirnos de todo sectarismo y construir la más amplia unidad del movimiento estudiantil para enfrentar las medidas educativas de contenido neoliberal, es decir privatizador, continuista, embrutecedor, etc.; en ese mismo sentido, a fortalecer los gremios estudiantiles desde los centros federados, las federaciones universitarias hasta la gloriosa Federación de Estudiantes del Perú. En segundo lugar, a perder el miedo a hablar de política, pues si hay algo que distingue al ser humano del resto de especies es su capacidad de hacer política y renunciar a ella es descender en la escala evolutiva. En tercer lugar, a elaborar una alternativa de reforma educativa ligada a un nuevo Proyecto Nacional, reconociendo los aportes hechos por importantes pedagogos y pensadores como José Carlos Mariátegui, José Antonio Encinas, Jorge Basadre, Germán Caro Ríos. Enrique Guzmán y Valle, Walter Peñaloza entre otros. En cuarto lugar, creemos que la nueva educación debe tener como características fundamentales el ser democrática, patriótica, descentralista que, orientada a la transformación social, tenga como eje la escuela pública, su universalidad, gratuidad y calidad de la enseñanza, afirme la igualdad de oportunidades, respete y proyecte las potencialidad del educando, considere como rasgo singular la interculturalidad, uniendo todo el proceso con el trabajo y el empleo.
Para despedirnos, insistiremos en nuestro saludo a los asistentes al XII CONEED. Hoy llegamos a ustedes sin temor ni nada que ocultar y los invitamos a conocer más de nosotros.
¡¡Con rebeldía y unidad …Construimos la Esperanza!!
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