12 de octubre de 2007

A propósito del 12 de Octubre

1492 y el desangramiento de América
Por Santiago Tupac
“Entraban los españoles en los pueblos y no dejaban niños, ni viejos, ni mujeres preñadas que no desbarrigaran e hicieran pedazos. Hacían apuestas sobre quien de una cuchillada abría un indio por medio o le cortará la cabeza de un tajo. Tomaban las criaturas por las piernas y daban con ellas en las piedras. Hacían unas horcas largas y de trece, en trece en honor de Jesucristo y los doce apóstoles, los quemaban vivos. Para mantener a los perros amaestrados en batallas traían muchos indios en cadenas y los mordían, y los destrozaban, y tenían carnicería pública de carne humana, y les echaban los pedazos a los perros. Yo vi y muchas maneras de crueldad nunca vistas ni leídas.”
Frai Bartolomé De las Casas, 1552, Brevísima Relación de la Destrucción de las Indias
Ya falta poco para el 12 octubre, fecha en la que se recuerda la llegada de Colón a nuestro continente. Algunos despistados han denominado esta efemérides: el “Descubrimiento de América” o “Encuentro de dos mundos”. Es una buena ocasión para reflexionar sobre la trascendencia de este hecho luego de quinientos quince años.

Vista desde Europa, la llegada de Colón a la nueva tierra es quizá el hito mas importante que cerrando la Edad Media, permitió un florecimiento económico nunca antes visto en el viejo continente.

Vista desde América, es la fractura del proceso histórico social autónomo desarrollado en esta tierra a lo largo de miles de años y el virtual exterminio de su principal protagonista (se estima que durante los primero ciento cincuenta años que siguieron a la llegada de Colón, murieron sesenta y cinco millones de indios a causa de los trabajos forzados y las nuevas enfermedades). Pero no sólo fue aniquilamiento físico y desplazamiento de sus tierras sino también subyugación cultural, los requerimientos hechos por curas católicos eran el primer paso para acabar con la cosmovisión de nuestros pueblos nativos y sustituirla por la roñosa religiosidad medieval, siguieron así varios siglos de abusos como los descritos por Frai Bartolomé De las Casas, pero también, pese a todo, de heroica resistencia indígena.

Sin duda alguna, el principal motivo para cometer todos estos crímenes fue la avaricia despertada en los españoles por el oro que se hallaba en el subsuelo, la desesperación por lograr riquezas de manera rápida y cómodamente fue otra de las razones. Hoy, sin que lo hayamos advertido, revivimos esta triste historia en nuestro país. Es decir se repiten, con sus distancias por supuesto, la explotación de mineros indios en socavones, de campesinos a quienes se les quiere imponer una actividad que además de podrir sus aguas ensucia sus vidas y costumbres, acaso ¿no se reedita también la vieja mentalidad feudal de ganar plata fácil y renunciar a un proyecto nacional? y ¿no es cierto que hoy como ayer la gran parte de esta riqueza se va en manos de la Newmont, de la Barrick, etc.a bolsillos extranjeros?

Recientemente, García ha solicitado que 20 proyectos mineros sean declarados de “interés nacional”. Pretende exonerar de los pocos requisitos que hoy rigen para imponer la minería y aplastar todo lo que se le oponga. Para él no vale consultar a las comunidades, no importa que contaminen, ni importa nada.

Sin desconocer que hoy la extracción minera es como desde casi siempre la principal fuente de divisas, debemos señalar que lo primero que una minería responsable esta obligada a hacer para ser tal, es no avasallar allí donde no la quieren. Es necesario, además, romper con la mentalidad feudal y dotar a nuestra patria de una nueva economía en lugar del esquema primario exportador al que seguimos atados. Avancemos sobre un nuevo curso que rompa con mas de cinco siglos de infame desangramiento de América y construyamos una patria nueva, una patria en la que nadie sea ajeno, una patria al fin y al cabo socialista.

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