11 de julio de 2008

UN PARO DE PROFUNDO SIGNIFICADO


Por: Oscar Felipe Ventura


En un ambiente de brutal y abierta confrontación y de extrema campaña mediática del gobierno contra el Paro Nacional convocado por la Coordinadora político – social, se realizó con marcado éxito, la justa medida de lucha. El pueblo peruano protestó y lo hizo con mucha energía bajo consignas en contra de la política de hambre, entreguismo, represión y corrupción del gobierno. En La Libertad el Paro fue convocado y conducido por el Frente Regional de Defensa y Desarrollo de La Libertad (Fredell), con un trabajo previo a través de un plan de acción aprobado democráticamente y cumplido rigurosamente por todas las organizaciones participantes de esta medida de lucha. Hubo intensa campaña de difusión de la plataforma de lucha, se realizaron asambleas de base, profusa difusión de volantes, pegado de afiches, etc. Hubo también asambleas de impulso del Paro con dirigentes nacionales como Mario Huamán, de la CGTP, Javier Diez Canseco, del Partido Socialista, Nilver López, del Movimiento Nueva Izquierda (MNI) y Carmela Sifuentes, presidenta de la CGTP. En suma fue un trabajo planificado, en base a la más amplia unidad en torno a la plataforma de lucha nacional y regional.

¿Cuál es el balance del Paro? ¿Fue un fracaso?. Lo real es que el pueblo protestó en las calles. El Paro se sintió en todo el país. La Libertad no estuvo al margen. Paralizaron importantes sectores. Su carácter de cívico - popular estuvo marcado por la participación de las rondas campesinas en toda la Región; también la participación de estudiantes universitarios organizados en la Federación de Estudiantes del Perú (FEP), los Fonavistas, Frentes de Defensa, etc. La movilización fue impresionante, multitudinaria pues cubrió diez cuadras de manifestantes dice la prensa local. Fue la expresión de protesta frente a la frustración e insatisfacción de amplios sectores sociales, aún con bonanza económica, pues sus efectos no llegan a sus bolsillos, tampoco tienen garantías de trabajo, menos, de una remuneración justa. Fue la protesta frente a los privilegios para pocos y el olvido para las mayorías. Protesta contra la naturaleza extremista del neoliberalismo. Fue un paro de profundo significado, del que hay que sacar lecciones.

El Paro Nacional fue un duro golpe político para el gobierno. Cuando el Presidente García dice que comprende y participa de la insatisfacción del 60% de la población está reconociendo – aunque demagógicamente – la contundencia del Paro. Pero se equivoca porque la insatisfacción llega al 75% a nivel nacional y 87% en el sur. Otro síntoma es el cambio de actitud de un conocido periodista radial matutino nacional, quien se caracteriza por ridiculizar a los dirigentes del pueblo. Al día siguiente del Paro, dejó atrás su estilo bonachón y dijo – que “lo de ayer (el Paro) fue un sismo político pero no un cataclismo” y que “el gobierno no está en un atolladero pero tiene que haber cambios” ¿Por qué ese cambio repentino?. Pues porque sintió la pegada.

La plataforma de lucha sigue vigente. La tarea siguiente es la Constitución de la Asamblea de los pueblos desde abajo, con un amplio criterio de unidad

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